No hay nada como el dengue para hacerte dar cuenta cuánto tienes que confiar en el Señor. Estaba apenas acostumbrándome a predicar cada semana y acábo de predicar en dos iglesias diferentes el domingo por la mañana, cuando sentí anormalmente débil después de los servicios. En ese momento no pensé mucho en ello y continué trabajando en mudar a mi familia esa semana al nuevo apartamento, pero todavía me sentía muy cansado y débil. Llegó el siguiente domingo y tuvimos nuestra "noche de película" en Tamboril. No sé cómo llegué al final del día, pero recuerdo haberme sentido tan mal como nunca en mi vida. Fui a casa y simplemente no pude recuperarme, irritación en todo el cuerpo, dolor de articulación, fiebre alta, y todo lo demás. El jueves 10 de octubre (nuestro 21º aniversario) Regina me llevó al hospital donde se me diagnosticó dengue y el Dr. me hospitalizó inmediatamente. Entre tanto me recuperaba todos y cada uno del resto de la familia (Tiffany, JuliAnna, Jordan y Regina) contrajo la enfermedad. ¡Qué guerra en el valle del dengue! Porque tú formaste mis entrañas (Sa 139:13) sin embargo, una de las criaturas más pequeñas de Dios puede ponernos fuera de acción durante una semana, y hasta tomar nuestras vidas. Estoy tan agradecido por habernos restablecido y ahora todos tenemos mucho más respeto por esos pequeños mosquitos. Gracias por sus oraciones.